Primeros auxilios en accidentes de tráfico

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En el caso de que nos encontremos ante un accidente de tráfico, deberemos actuar de forma adecuada con el objetivo de evitar males mayores de los que ya se han producido. Por ello vamos a hablar acerca de primeros auxilios en accidentes de tráfico, un proceso que todo el mundo debe conocer para saber cómo actuar si se encuentra ante una de estas situaciones. Para ello nos basaremos en la conocida como conducta PAS, la cual tiene su origen en las siglas de las palabras proteger, alertar y socorrer, de forma que nos resultará muy sencillo recordar el orden de prioridades para dar los pasos correctos en este tipo de situaciones.

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Proteger en los accidentes de tráfico

Hay que tener en cuenta que el lugar donde se ha producido un accidente de tráfico es un entorno peligroso debido a las razones que hayan podido dar lugar al accidente o simplemente porque la vía se encuentra obstaculizada, existen elementos que puedan suponer un riesgo en las intermediaciones, hay peligro de que se produzca otro accidente, etcétera.

En cualquier caso, lo primero que tenemos que hacer a la hora de encontrarnos frente a un accidente de tráfico es proteger el lugar del accidente para evitar mayores daños al accidentado y por supuesto también para evitar riesgos para nosotros o cualquier otro usuario de la vía.

Aquí también vamos a establecer un orden de prioridades, que será garantizar nuestra seguridad, asegurar el lugar y finalmente proteger a la víctima.

Garantizar nuestra seguridad

Lo primero que tenemos que hacer es analizar la situación y valorar que no exista un importante riesgo para nuestra vida.

En caso de que así sea, deberemos esperar la llegada de profesionales sin intervenir, pero si consideramos que el riesgo es bajo, procederemos a continuar con los pasos.

Hay que comenzar por aparcar nuestro vehículo (si fuésemos en él) en un lugar seguro y con las luces de emergencia encendidas. Antes de salir de él, procederemos a colocarnos el chaleco reflectante y seguidamente colocaremos los triángulos reflectantes.

Hecho esto valoraremos la seguridad a la hora de acercarnos al vehículo o vehículos afectados.

Garantizar la seguridad del entorno

Cuando ya estemos convencidos de que no hay peligro para nosotros, procederemos a señalizar el lugar, para lo cual utilizaremos desde señales de emergencia de los propios vehículos hasta triángulo reflectantes, teniendo en cuenta si hay zonas peligrosas por objetos atravesados en la vía, aceites, etcétera y en general haremos todo lo posible porque el lugar del accidente sea fácilmente visible a distancia por el resto de usuarios de la vía.

Garantizar la seguridad de la víctima

Ahora nos centraremos en garantizar la seguridad de la víctima, y para ello estudiaremos la posibilidad de que haya un incendio, exista riesgo de electrocución debido a un cable que haya caído por motivo del accidente, la posibilidad de que el vehículo cambie su posición (vuelque, vaya rodando, etc.) de manera que pueda afectar a la víctima o a otros usuarios de la vía, y como medida de prevención, quitaremos el contacto de los vehículos accidentados.

Ahora vamos a analizar el estado de las víctimas, pero sobre todo evitaremos intervenir cuando no sepamos cómo hacerlo. Por ejemplo, si es un accidente de moto no retiraremos el casco al motorista, y si es un accidente de coche tampoco sacaremos a los accidentados hasta que no lleguen los profesionales que procederán de forma adecuada, de manera que evitaremos mayores lesiones. Sin embargo, hay casos en los que sí puede ser necesario quitar el casco o sacar a los ocupantes del vehículo como en aquellos en los que haya que realizar una maniobra de reanimación, si el vehículo está incendiado, etcétera.

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Una vez que tengamos esto claro, procederemos a realizar una primera evaluación de la víctima, y en el caso de que haya varias, empezaremos por la que se encuentre en un estado más grave (recordad que la víctima que más grita no suele ser la que está en peor estado):

  • Consciencia y respiración: en primer lugar vamos a comprobar su estado de consciencia y valoraremos su respiración. Para ello vamos a estudiar si puede ver, oír y sentir. Comprobaremos que responda a nuestra voz y a los estímulos físicos. Para valorar la vía aérea utilizaremos la maniobra frente-mentón, observando el interior de la boca para retirar cualquier objeto que pueda obstruir las vías, pero siempre en todo caso evitaremos en la medida de lo posible mover al paciente más de lo necesario. En el caso de haber algún mínimo movimiento o queja, daremos por hecho que está consciente, es decir, sus órganos principales están funcionando. Si hay varios heridos, pasaremos en este momento a los demás hasta terminar una vuelta entera averiguando si están conscientes.
  • Signos de vida: si no está consciente, comprobaremos el pulso, si siente el dolor, si traga saliva… Comprobaremos si respira, observando el movimiento del pecho, escuchando la respiración y comprobando que entra y sale aire por nariz o boca. Si no respira, procederemos a sacar al accidentado del vehículo para proceder a realizar la maniobra de reanimación cardiopulmonar.
  • Hemorragias, fracturas y quemaduras: observaremos la posible presencia de hemorragias, fracturas y quemaduras.
  • Estado de shock: aunque la víctima esté consciente, en cualquier momento puede entrar en estado de shock, por lo que hay que observarla. Cuando se produce un shock, aparece palidez, aumenta el ritmo cardíaco, las pulsaciones son débiles, aumenta la sudoración y poco a poco va perdiendo la conciencia. Si se da el caso, colocaremos a la víctima boca arriba y elevaremos sus miembros inferiores. En el caso de que se presenten vómitos, ponerla de lado. Nunca la dejaremos sola, y por supuesto no le daremos de beber ni de comer aunque se haya recuperado.

Alertar en los accidentes de tráfico

Una vez que hemos garantizado la seguridad y hemos valorado la situación de las víctimas del accidente, a continuación procederemos a avisar a los servicios de emergencias que generalmente serán el 112 o 911 dependiendo del país en el que nos encontremos.

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En nuestra llamada será necesario que facilitemos una serie de datos e información a través de la cual puedan comprender la situación real y así comenzar a prepararse antes de llegar al lugar del accidente.

Entre los datos más relevantes tenemos los siguientes:

  • Número de víctimas afectadas en el accidente.
  • Número y tipo de vehículos que se han visto implicados en el accidente.
  • Dirección o localización del accidente.
  • Información relevante acerca de las víctimas o del entorno.

Socorrer en los accidentes de tráfico

Como podéis comprobar, ya hemos asegurado la zona, hemos hecho una valoración inicial del estado de la víctima y hemos contactado con las autoridades y los servicios de emergencia para que acudan lo antes posible y con todos los medios necesarios en función del tipo de accidente que se ha producido.

Por ello, ahora ya podemos comenzar a socorrer a los accidentados, y como hemos mencionado ya anteriormente, evitaremos mover al paciente en la medida de lo posible, además de que tan sólo lo atenderemos en función de nuestros conocimientos y siempre que lo necesite; en caso de duda, mejor esperamos a las asistencias.

En el caso de que presenciemos lesiones traumáticas, nunca las moveremos, sino que las dejaremos en la posición en la que se encuentren, ya que de esta forma evitaremos agravar más la situación.

Si la víctima está consciente, permaneceremos en la medida de lo posible con ella, hablándole y haciéndole preguntas como por ejemplo si tiene algún tipo de enfermedad, dónde le duele, etc.

Algunas de las lesiones más habituales que podemos tratar son:

  • Heridas: simplemente aplicaremos gasas estériles mojadas en agua. Nunca aplicar ningún tipo de pomada.
  • Hemorragias: presionaremos sobre la herida y elevaremos el miembro en caso de que se encuentre en uno de ellos. Si la hemorragia es abundante, deberemos presionar los puntos arteriales cercanos a la herida, braquial si se trata de los miembros superiores, y femoral si es en los miembros inferiores. Sin embargo, en el caso de que se produzcan hemorragias en la nariz, la boca o los oídos, nunca las taponaremos.

Nunca daremos medicación, drogas o alcohol a las víctimas de un accidente, además de que siempre deberemos esperar junto a ellas hasta la llegada de las asistencias y, por supuesto, para poder actuar correctamente, nunca deberemos perder la calma.

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